Imagina un alimento rico en vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes que pueda aportar muchísimos beneficio para la salud… Eso es lo que llamamos un “súper alimento” y ¿adivinas qué? ¡El arándano es uno de ellos!
Los arándanos no crecen en lugares exóticos, pero son nativos de América del Norte y crecen de forma silvestre desde el sur de Florida hasta el norte de Quebec. Están llenos de sabor y de nutrientes y son una fantástica opción saludable que forma parte de una dieta equilibrada.
Sus superpoderes vienen dados por un grupo de componentes llamados antocianidinas, los cuales han sido investigados exhaustivamente por sus acciones antioxidantes y se ha demostrado su capacidad de contrarrestar el daño celular provocado por los radicales libres. Estos mismos componentes son los responsables de sus característicos colores azul y púrpura: es probable que te hayas manchado las manos al recoger y comer arándanos silvestres.
Además, estas bayas son una excelente fuente de vitamina C, otro antioxidante que es crucial para la producción de colágeno. Por lo tanto, los arándanos no son solamente deliciosos, sino que nos hacen sentir y estar mejor por sus propiedades protectoras y antiedad que actúan sobre nuestra piel.
¡Incluso te puedes dar un atracón! Los arándanos pueden ser disfrutados tanto por aquellos que controlan su peso, como por quienes sufren diabetes o por quienes simplemente cuidan su bienestar. Esto se debe a que tienen una bajo contenido en azúcar y un bajo índice glucémico. Además, contienen una abundante cantidad de fibra soluble, la cual ralentiza la velocidad a la que se libera el azúcar en el torrente sanguíneo y ayuda a mantener el buen funcionamiento del sistema digestivo. Por algo, la American Diabetes Association los ha nombrado “el súper alimento de la diabetes”.
Otro uso popular de los arándanos está relacionado con la vista: se dice que durante la Segunda Guerra Mundial los aviadores británicos comían mermelada de arándanos cada día para mejorar su visión nocturna. De hecho, algunos estudios revelan que los arándanos pueden aumentar el flujo sanguíneo y la cantidad de oxígeno que llegan al ojo, jugando un rol en la protección del desarrollo de cataratas y de la degeneración macular.
Finalmente, estas deliciosas bayas pueden mejorar la memoria y contribuyen a mantener los niveles de presión sanguínea y colesterol, además de colaborar en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Ahora ya sabes porqué hemos querido incluir este súper alimento en la elaboración de nuestra LOV kombucha No. 2. ¡Disfruta la fruta!