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Cómo cuidar tu SCOBY de Kombucha

¡Larga vida a la kombucha! Recomendaciones para mantener tu SCOBY saludable

¿Quieres saber cómo cuidar tu SCOBY de kombucha?Para elaborar kombucha con éxito es necesario atender a los detalles y, sobre todo, cuidar a tu SCOBY para que se mantenga sano y feliz. Es una colonia de bacterias y fermentos activos, así que debemos prestarle atención para que se mantengan vivos. Piensa en él como si fuera tu mascota: debes alimentarlo, mantenerlo a una temperatura constante, no someterlo a cambios excesivos. ¡Te lo agradecerá con una gran bebida!

Tapa muy bien tu kombucha

Como sabes, para hacer kombucha necesitarás tapar el frasco donde, si sigues los consejos de tendrás una deliciosa bebida en unas semanas. Para ello, deberás ceñir muy bien un trapo en la boca del frasco con una goma. Así evitarás que cualquier insecto se introduzca y deposite sus huevos y críe sus larvas sobre tu SCOBY.

Alimenta siempre a tu SCOBY

Como todo ser vivo, el SCOBY necesita alimento o, de lo contrario, quedará en estado vegetativo. Para evitar que esto ocurra, debemos añadirle té endulzado y, si tuvieras que estar muchos días fuera de casa, lo mejor es conservarlo en la nevera para ralentizar su actividad.

Aporta más nutrientes

La dieta de de tu SCOBY no es nada complicada: el té endulzado. Parece que no existe mucho margen a nutrición, pero en realidad sí podemos hacer una pequeña mejora cambiando, de vez en cuando, el azúcar blanco refinado por azúcar integral de caña. ¡Ojo! Los azúcares con melaza proporcionan unos resultados distintos en la elaboración de kombucha. Échale un vistazo a nuestro canal de Kami de Deus en YouTube, donde hemos explicado qué es el azúcar y cómo funciona en los distintos procesos fermentativos.

Combina con cabeza

Para que nuestro SCOBY no se estrese con muchos cambios, lo mejor es que añadamos los saborizantes, como frutas o especies, de forma paulatina. Incorporar muchos ingredientes nuevos puede alterar la composición del medio en el que vive el SCOBY y perjudicarlo.

Evita la luz del sol directa

Imagínatelo: la luz del sol directa cayendo sobre tu frasco de kombucha es como si centenares de explosivos detonaran en su interior e inhabilitaran algunos de los organismos de tu SCOBY. Esto provocaría una descompensación en la simbiosis del cultivo de bacterias y fermentos e incluso los nutrientes podrían verse reducidos. Lo mejor es que lo alejes de los rayos de sol directos.

Mantén una temperatura constante

La temperatura ideal para que el SCOBY obre su magia a buen ritmo es de entre 20ºC y 24ºC. Busca un lugar de tu casa donde los cambios de temperatura no sean muy variables: ese será el mejor lugar para elaborar tu kombucha. No obstante, esto no quiere decir que el SCOBY se desactive en ambientes más fríos, sino que sus procesos fermentativos serán más lentos.

Lava bien las herramientas

Para crear un medio de cultivo que permita prosperar a las bacterias y levaduras de tu SCOBY, es indispensable que ningún otro organismo esté compitiendo con ellas por alimento. Por esta razón, es esencial esterilizar todas las herramientas y materiales que usemos para elaborar nuestra kombucha. ¿Cómo lo conseguimos? Podemos emplear el lavavajillas, una disolución de agua con lejía o una limpieza a fondo con detergente lavaplatos.

Empieza ha hacer tu kombucha con este kit y consigue tu SCOBY!. Y si tienes ya tu kit o SCOBY de kombucha te refrescamos cómo hacerlo en este vídeo:

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