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La revolución de la última milla

Al igual que otras muchas ciudades europeas, Barcelona está luchando por encontrar entregas de “última milla” más verdes. El Ayuntamiento de Barcelona ya no quiere vehículos de motor convencionales. Y su Plan de Movilidad Urbana así lo demuestra, otorgando preferencia al transporte en bicicleta y al peatonal.

Y, lógicamente, así es como debe ser. En un día ordinario, en Barcelona hay más de 500.000 vehículos circulando. El transporte a motor no es solamente costoso, sino que además es el principal causante de un aire de baja calidad, de múltiples atascos, de emisiones de CO2, de los peligros en la carretera y de la contaminación acústica. Para colmo, en Barcelona hay 3.500 casos de muerte prematura, 31.000 casos de bronquitis solo en los niños y 54.000 ataques de asma.

Y ya no se trata solamente de la contaminación del aire. Olivier Vander Elst, un experto en bicicletas eléctricas que trabaja en GreenAer, señala que una sola moto cruzando la ciudad es capaz de despertar a cien mil personas. La contaminación acústica, pues, es un problema real.

En el Eixample, un barrio muy céntrico que se encuentra entre Gràcia y Ciutat Vella, cada día laborable se pueden encontrar camiones de reparto medio vacíos estacionados en las esquinas para entregar un par de pequeños paquetes. Estas prácticas no son ni seguras ni necesariamente legales. La mayoría de las veces, los camiones ocupan más espacio de lo necesario, si tenemos en cuenta el tamaño de lo que están entregando.

Fijándonos en que Barcelona tiene la densidad de coches más alta de todas las ciudades europeas y que los camiones, que mayoritariamente están transportando aire, causan problemas de tráfico, polución y enfermedades, hay que enfrentarse a la realidad: las cosas deben cambiar.

Pero, ¿cambiar cómo?

Mucha gente cree que cambiar los camiones de reparto por camiones eléctricos es una buena solución. Bueno, sorpresa, sorpresa… ¡No es suficiente! Los grandes vehículos todavía siguen ocupando demasiado espacio en el paisaje urbano. Tanto la circulación de estos vehículos como su estacionamiento -muchas veces en doble fila, de forma ilegal-, se traduce en múltiples problemas y peligros en el tráfico, tanto para los mismos mensajeros como para otros vehículos, ciclistas y peatones.

Existen otras formas de servicios de entrega más ecológicas, como los triciclos con 1.500-2.000 L de capacidad. Sin embargo, estos siguen siendo problemáticos en los carriles bici ya que se trata de vehículos bastante grandes que dificultan la circulación de otras bicicletas. En otras palabras, estos acaban causando problemas totalmente similares que los camiones y las furgonetas.

¿Cómo puede un negocio marcar la diferencia?

La última milla es “el tramo más costoso y más contaminante de la cadena de suministro”, afirma Vander Elst. Por ello, los líderes empresariales han encontrado una solución muy simple y obvia, que impacta de forma positiva en las comunidades locales: las bicicletas e-Cargo.

Pero no solamente depende de gobierno el implementar cambios. Los negocios de Barcelona deben tomar parte de la responsabilidad. En LOV Kombucha somos impulsores de la revolución verde que está transformando la ciudad.

Según indica este experto, las bicicletas e-Cargo son una solución disruptiva que transformará las ciudades como Barcelona, donde las infraestructuras para los ciclistas ya están implantadas. Estas, no solamente tienen un impacto mínimo, sino que además son una alternativa más barata a los motores tradicionales.

Además, las bicicletas son la forma de transporte más rápida de las ciudades y los ciclistas suelen disfrutar del ejercicio de la conducción mientras hacen los repartos.

“Se trata de hacer la ciudad habitable”, apunta Olivier, “y creo que una ciudad ‘smart’ tiene que ser habitable; y para que lo sea tiene que ser apta para peatones y ciclistas y el aire que se respira tiene que ser agradable. No puede haber peligros de tráfico y accidentes”. De hecho, un estudio europeo muestra que el cambio hacia las bicicletas e-Cargo en áreas urbanas supone una reducción descomunal tanto en costes como en emisiones de CO2.

Existen empresas como Som Energia y HolaLuz, que ofrecen electricidad proveniente exclusivamente de fuentes renovables y a precios competitivos. Gracias a estas, no hay excusa para seguir consumiendo electricidad de fuentes fósiles.

Por estos motivos, los líderes de negocios conscientes de todo el mundo están implementando el uso de bicicletas eléctricas en los servicios de distribución y entrega de productos en las áreas urbanas, revolucionando así la logística de última milla .

LOV Kombucha, fundada por Nicolas Lavalliere, es una cara nueva en la escena de las bebidas en Barcelona. Pero, más allá de la producción de kombucha, nuestro objetivo principal es transformar y mejorar la comunidad que nos rodea. Desde el primer día utilizamos la bicicleta eléctrica para las entregas en Barcelona y apostamos por soluciones de negocio más verdes que tengan impactos sociales más elevados.

Así pues, las bicicletas e-Cargo junto con otras soluciones que se van aplicando progresivamente, conforman la nueva tendencia de negocios de la ciudad condal. Barcelona está en cabeza. Las furgonetas y los vehículos de motor están viendo como los accesos a ciertas rutas en ciertos momentos del día se van restringiendo cada vez más. Y Barcelona quiere ser una ciudad viva, sana y ciclista.

¿Qué son las bicicletas eléctricas?

La directiva 2002/24/EC de la Unión Europea define las bicicletas eléctricas como “bicicletas con pedaleo asistido, equipadas con un motor eléctrico auxiliar, de potencia nominal continua máxima de 0,25 kilovatios, cuya potencia disminuya progresivamente y que finalmente se interrumpa cuando la velocidad del vehículo alcance los 25 km/h, o antes si el ciclista deja de pedalear”.

En las áreas urbanas hay una distancia menor entre las paradas: las furgonetas y los coches no tienen ventajas de velocidad. Las bicicletas e-Cargo ahorran en espacio porque son pequeñas, más veloces porque circulan por los carriles bicis y avanzan en el tráfico más fácilmente y, además, son más eficientes, ya que desprenden cero emisiones.

Las bicicletas e-Cargo serán el icono de la revolución verde europea. Pronto, los ciudadanos gozarán de ciudades libres de polución y de contaminación acústica y los negocios prosperarán todavía más.

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